Enviado por Carmen a la Revista AR

Tal como dice una famosa canción de Serrat: ‘Hoy puede ser un gran día, plantéatelo así…’. Os envió este mail para que podáis comprobar que todo depende de cómo afrontemos las situaciones.

Bailar bajo la lluvia

Una mujer afectada por una grave enfermedad tuvo que enfrentarse a un tratamiento muy agresivo que hizo que, en pocos días, se le fuera cayendo el pelo. Y aunque verse con aquella imagen era difícil de afrontar, decidió no llevar pañuelo para esconder lo que ocurría. Su tierna y divertida forma de contarlo os provocará una sonrisa:

Una mañana, al mirarse en el espejo notó que tenía solamente tres cabellos en su cabeza. “Hummm” –pensó-. “Creo que hoy me voy a hacer una trenza”. Decidida a comenzar bien el día, se hizo la trenza y pasó un día maravilloso.

Al siguiente día, cuando despertó por la mañana, se miró de nuevo al espejo y vio que, en esta ocasión, le quedaban dos cabellos. “Bueno, bueno” – dijo-. “Creo que hoy voy a cambiar de peinado, voy a hacerme la raya en medio”. Dicho y hecho, lo hizo de esa manera y aquel día fue grandioso, casi más que el anterior.

El tercer día, cuando despertó, se miró al espejo y pudo comprobar que esta vez sólo le quedaba un cabello. “Pues hoy voy a estar fantástica si me hago una cola de caballo”. Así lo hizo y su día fue muy, muy divertido.

La cuarta mañana, volvió otra vez a mirarse en el espejo y descubrió que ya no le quedaba ni un solo cabello en la cabeza: “¡Qué bien!” – exclamó ilusionada-. “¡Hoy no voy a tener que peinarme!”.

La actitud es todo.

…Y es que la vida no es esperar a que la tormenta pase. Es aprender incluso a bailar bajo la lluvia si es necesario.