Enviado por Manuela López a la Revista AR

Cuando eres madre, a veces te preguntas si el tiempo que pasas con tus hijos es suficiente. Aprovecha cada momento con ellos para que nunca te pase lo que en este curioso email.

¿Cuánto ganas?

   “Papi. ¿Cuánto ganas por hora?”. Con voz tímida y ojos de admiración, un niño recibió así a su padre cuando éste volvía del trabajo. Éste le dirigió una mirada desaprobadora y le contestó:
   - Mira hijo, ni siquiera tu madre me ha hecho nunca esa pregunta. No me molestes, anda, que vengo muy cansado y quiero leer el periódico. - Pero papi…    -Insistió el pequeño- por favor, dime cuánto ganas por cada hora de trabajo.       Esta vez, la reacción del padre fue menos severa y le confirmó:
   -30 euros por hora
   -Y papi, ¿tú me podrías prestar 20 euros? –continuó el pequeño.
   El padre, ya un poco enojado, le respondió:
   -¿Así que esa era la razón de saber lo que gano? ¡Vete a dormir y no me molestes más!
   Ya de noche, el hombre empezó a dar vueltas sobre la conversación con su hijo y se sintió un poco culpable por cómo le había tratado. Pensó que quizás necesitaba comprar algo, así que se asomó a su cuarto y en voz baja le preguntó:
   -¿Duermes?
   -No- respondió el niño entre sueños.
   -Sólo quería pedirte perdón por haberte contestado tan mal antes. Aquí tienes el dinero que me pediste.
   -Gracias papi- sonrió el pequeño, y metiendo sus manitas bajo la almohada sacó unas monedas que tenía allí guardadas.
   -Pero dime, ¿para qué lo quieres?
   -Sólo estoy ahorrando para ver si me puedes vender una hora de tu tiempo.