Enviado por Toñi Sánchez a la Revista AR

Estimada Elena: ayer recibí una carta de tu abogado para invitarme a enumerar los bienes comunes, con el fin de comenzar la disolución de nuestro matrimonio. Te remito dicha lista para que puedas solicitar la certificación al notario y tener listos los trámites.

Reparto de bienes

Cosas que deseo conservar

  • La carne de gallina que salpicó mis brazos cuando te vi por primera vez.
  • El leve rastro de perfume que quedó flotando en el ascensor una mañana, cuando te bajaste en la segunda planta, y yo aún no me atrevía a dirigirte la palabra.
  • El movimiento de cabeza con el que aceptaste mi invitación a cenar.
  • El rastro de rímel que dejaste en mi almohada cuando al fin dormimos juntos.
  • La promesa de que sólo yo besaría la constelación de pecas de tu pecho.
  • El mordisco que dejé en tu hombro y tuviste que disimular con maquillaje porque tu vestido de novia tenía un escote palabra de honor.
  • La lluvia que se enredó en tu pelo durante nuestra luna de miel en Londres.
  • Todas las horas que, día a día, hemos pasados mirándonos, besándonos, hablando y tocándonos.(También las horas que pasé, simplemente, soñando o pensando en ti).

    Cosas que puedes quedarte tú
  • Los silencios. Los besos tibios y emponzoñados, cuajados a base de rutina.
  • El sabor acre de los insultos y reproches.
  • La angustia al estirar la mano y descubrir que tu lado de la cama estaba vacío.
  • Las nauseas que me ahogaban cada vez que notaba un olor extraño en tu ropa. . El cosquilleo de mi sangre pudriéndose cada vez que te encerrabas en el baño a hablar por teléfono con él.
  • Las lágrimas que me tragué cuando descubrí aquel arañazo ajeno en tu ingle.
  • Jorge y Cecilia… Los nombre que nos gustaban para los hijos que nunca llegamos a tener.

    Con respeto al resto de objetos que hemos adquiridos y compartido durante nuestro matrimonio (el coche, la casa, etc.), puedes quedártelos todos. Al fin al cabo sólo son eso… objetos. Únicamente me queda recordarte el número de teléfono de mi abogado que tu letrado pueda contactar con él y se ocupe de presentar el escrito de divorcio. Afectuosamente, Roberto

    (Inspirado en el texto de Susana Rubio, ganador del III Concurso Antonio Villalba de Cartas de Amor, 2008)