Estudiando

Muchas veces hacemos las cosas porque nos obligan, o simplemente porque las hace todo el mundo, sin pararnos a pensar qué ocurriría si nos dejaran actuar según nuestros deseos. Lo cierto es que todo grupo de personas necesita de unas normas o reglas básicas para poder convivir de forma activa, es decir, desarrollar sus conocimientos a favor del grupo al que pertenece; si la mayoría hiciera eso, recibiríamos mucho más de lo que entregamos, y lo mismo pasaría con los demás.

Supongamos que este conjunto de personas forman un País, una comunidad Autónoma, o simplemente una ciudad. ¿Se imaginan ustedes que sería de ellas si no hubiera médicos? ¿Maestros? ¿Electricistas? ¿Bomberos? ¿Investigadores? ¿Artistas? ¿Etc. …?. Sería una gran locura, nadie aguantaría.

Puestos a imaginar, pensemos en el caso contrario y en la forma de conseguir que sea real. No hace falta ser muy listo para saber cuál es el secreto. La palabra mágica es “estudiando”. Nos daremos cuenta de la cantidad de cosas que vamos a descubrir y lo bien que nos vamos a sentir con ello. No hará falta que nadie nos obligue, porque veremos además que no hay otra forma para conseguirlo.

Colaboración de un padre de alumno en el periódico de S.A.M en Dcbre de 1996
Francisco García Vilches