El valor de la amistad

Nacyb y Ahmed eran dos amigos que viajaban juntos por el desierto, iban muy contentos, hasta que en un momento del viaje discutieron. Entonces Ahmed enfadado, le dio una bofetada a Nacyb. Nacyb, ofendido y sin ganas de hablar buscó un palo y escribió en la arena: "Hoy mi mejor amigo me pegó una bofetada en la cara". Siguieron su camino, llegaron a un oasis que tenía un pequeño lago donde quisieron bañarse. Nacyb no sabía nadar, pero estaba tan fresco en el agua, que se fue a la parte más honda sin darse cuenta y, cuando quiso salir, comenzó a ahogarse. Entonces Ahmed fue rápidamente a rescatarlo, y al fin llegaron a la orilla.

Al recuperarse, Nacyb tomó una navaja y escribió en una piedra: "Hoy, mi mejor amigo, Almed , me salvó la vida". Intrigado, Almed le preguntó: "¿Por qué, después de que te abofeteé, escribiste en la arena, y en cambio ahora escribes en una piedra?. Sonriendo. Nacib le respondió: "Cuando un gran amigo nos ofende, lo escribimos en la arena, donde el viento del olvido y el del perdón se encargan de borrarlo; en cambio, cuando nos pasa algo valioso, debemos grabarlo en la piedra, en la que ningún viento, ni el más fuerte y poderoso del desierto, podrá borrarlo".

Del libro 'Abuelos cuentacuentos' (Ed. Ceac), escrito por Silvia Adela Kohan. Es una selección de cuentos para transmitir valores a niños de todas las edades.