La vida en juego

Donde pongo la vida pongo el fuego de mi pasión volcada y sin salida.

Donde tengo el amor, toco la herida.

Donde pongo la fe, me pongo en juego.

Pongo en juego mi vida, y pierdo, y luego vuelvo a empezar, sin vida, otra partida.

Perdida la de ayer, la de hoy perdida, no me doy por vencido, y sigo, y juego lo que me queda: un resto de esperanza.

A1 siempre va. Mantengo mi postura.

Si sale nunca, la esperanza es muerte.

Si sale amor, la primavera avanza.

Ángel González. De su obra Sin esperanza, con convencimiento (Ed. Colliure)