Urgente

Es una palabra con la que convivimos en nuestro agitado día a día y que ha perdido ya todo significado de premura y prioridad. “Urgente” es ya un ritmo de vida…, una forma de pasar la vida. URGENTE:
Es la manera más pobre de vivir sobre este mundo, porque el día que nos vamos, dejamos pendientes las cosas que verdaderamente fueron urgentes.
Es que hagas un alto en tu ajetreada vida y, por un instante, te preguntes: “¿Qué significado tiene lo que hago?”.
Es que te detengas y veas ¡cuán grande eres!
Es que, cuando camines por la calle, levantes la vista y mires a tu alrededor, observes el cielo, los arboles, las aves y a la gente.
Es que seamos más humanos… más hermanos.
Es que sepamos valorar el tiempo que nos pide un niño.
Es que una mañana te levantes temprano y veas salir el sol, sientas su calor y le des gracias a la naturaleza por su gran regalo.
Es que sientas en cuerpo y alma y que, de verdad, vibres con la vida.
Es que te tomes un instante en tu trabajo, salgas, respires profundo, sientas cómo el aire llena tus pulmones y percibas que ¡estás vivo!
Es que disfrutes de tu familia… y a todos los que rodean, y valores tan gran tesoro.
Es que digas a la gente que quieres cuánto la amas.
Es que no se te vaya la vida en un soplo y que, cuando te des cuenta, ya no puedas volver el tiempo atrás: todo lo hiciste rápido, fuiste eficaz, cumplidor, exigente contigo y con los demás, llenaste tu agenda de urgencias, citas y proyectos… pero, con tanto que hacer…
Se te olvidó vivir.

AR