- Coloca en un puchero amplio las verduras frescas, después de pelarlas y cortarlas, junto con las judías verdes y las espinacas congeladas. Cúbrelas con agua y sazona con un poco de sal.
- Tapa y cuece a fuego suave para que las verduras se suelten lentamente.
- Cuando ya estén tiernas, tritúralas con el brazo de la batidora hasta que consigas un puré fino. Si quieres, pásalo por el chino para que no tenga grumos.
- Vierte un vaso de aceite de oliva y mezcla con una cuchara de madera. Comprueba el punto de sal.
- Consejo:
- El puré no debe quedar como una pasta. Si está demasiado líquido, deja que cueza a fuego fuerte con la cazuela destapada. Si queda muy espeso, añade un poco de agua antes de servir
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