La fibromialgia, un dolor incomprendido

La fibromialgia, un dolor incomprendido

Imagen de un vídeo divulgativo de la Generalitat de Cataluña sobre la fibromialgia.

Los afectados por esta enfermedad a menudo se quedan sin diagnóstico

Entre un 2% y un 3% de la población española podría padecer fibromialgia, y tres cuartas partes de estos casos estarían sin diagnosticar, según datos de la Sociedad Española de Neurología. Pese a estas cifras, y pese a las importantes consecuencias que tiene esta dolencia sobre la vida diaria, los afectados se encuentran a menudo con un muro de incomprensión. Hasta el punto de que no les reconozcan que están enfermos.  

La incomprensión llega ya desde la administración. El Instituto Nacional de la Seguridad Social no reconoce ningún tipo de prestación, o sólo lo hace de forma parcial, para los enfermos de fibromialgia, por lo que estos deben recurrir a la vía judicial para obtenerla. Pero incluso hay médicos que no reconocen la enfermedad.

La dolencia, un trastorno degenerativo del sistema nervioso de origen desconocido, tiene como principales efectos un dolor muscular constante, normalmente acompañado de fatiga crónica, y a menudo incapacita para la menor actividad física.

El problema del diagnóstico

El dolor es muy difícil de registrar en una prueba diagnóstica. Y no existe a día de hoy ninguna prueba de laboratorio que pueda diagnosticar la fibromialgia, por lo que no faltan los médicos que consideran que sus síntomas son simplemente psicosomáticos. Es decir, que no responden a una causa física real, sino a un trastorno psicológico.

Hay otras enfermedades que también se diagnostican sólo por sus síntomas, sin que estos puedan registrarse. El caso quizá más notable es la migraña. Que también afecta fundamentalmente a mujeres, y que también es recibida a menudo con incomprensión por el entorno del afectado. Aunque la fibromialgia es mucho más incapacitadora –la sociedad Española de Neurología calcula que unas tres cuartas partes de los enfermos tienen algún tipo de discapacidad–. Y también más incomprendida.

Información tomada de Crónica Vida 

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