Ahora tengo 59 años, y he rescatado este escrito de cuando me diagnosticaron la Fibromialgia.
Mi nombre es Antonia, tengo 43 años, estoy casada hace 20 años y tengo 2 hijos varones. Desde hace 23 años trabajo como administrativa a 40 horas semanales. Siempre he sido una persona con mucha energía, pudiendo llevar mil cosas a la vez, tales como mi trabajo, mis hijos, el hogar y teniendo tiempo hasta para poder pintar, coser, leer, etc.
Todo empezó cuando por las tardes a eso de las 19 horas, no tenia fuerza para nada, pero sin embargo tenia muchas cosas por hacer, esto me llevo a preguntar en la Farmacia si había algo que me diese fuerza para poder seguir con mis tareas de cada día. Me recomendaron vitaminas, esas que suelen salir en la televisión, que te dicen que si no tienes energía ese producto te lo proporciona.
Había días que a las 12 horas y otros a las 15 horas se me agotaban las fuerzas, y esto empezó a ponerme cada vez más nerviosa, cambiando mi carácter, con malas contestaciones no tenia aguante para nada, mi familia no entendía que pasaba y solo decían hoy no hay quien la aguante y si trataba de explicar que me encontraba muy cansada, la solución era acuéstate y mañana te encontraras mejor y eso no ocurría y me empezó la ansiedad, la cual solo se quitaba cuando me daba el lote de llorar al verme impotente y sin saber que hacer.
En el trabajo empecé con un tic en el ojo izquierdo pero yo misma me dije eso es nervioso, me tranquilizo y vera como sequita, pero después empezó un dolorcito en el oído izquierdo hacia abajo, me dijeron que podía ser la muela de juicio, que no tenia sitio, como el dolor al principio solo era de vez en cuando no le quise prestar atención pero cuando cada vez era mas seguido me plantee ir al dentista. Este me dijo que me sacase la muela y todo solucionado, pero me daba tanto miedo que aguante dos años.
Empecé a tener los primeros dolores del cuello, por supuesto en la parte izquierda, tanto que no podía mirar hacia ese lado, el medico de la empresa me dijo que era por mala postura y estar tantas horas en el ordenador, pedí una silla anatómica y puse el ordenador enfrente para no tener que volver la cabeza, algo mejor me encontraba, pero el cansancio y los dolores no se quitaron.
Había días que los dolores empezaron a cambiar de sitio, una veces en la cintura y me decían que era lumbago, otras en las rodillas o tobillos que era de la circulación, y cuando me dolía el cuello se inflamaba y me recomendó el médico de la empresa hacerme las pruebas de tiroides y salio negativa.
Entonces contándole todo esto al médico de cabecera me recomendó hacer ejercicio como natación y para ver que tenía empezó el peregrinar de los especialista:
Al Otorrino el cual me mando un tac y salió todo bien, cuando me lo dijo se sorprendió al ver que no me alegré y le dije que yo no quiero que me diga lo que no tengo quiero que me digan lo que tengo.
Al traumatólogo me hizo radiografía y una resonancia y me dijo que tan solo tenía un poco de artrosis lumbar y cervical pero no tan grave como para esos dolores, a sin que me envió a rehabilitación.
El medico de rehabilitación me estuvo tocando y vio que tenía varias contracturas musculares y con sus manos de santos dándome varios tirones del cuello, de los brazo y espaldas me quito todas las contracturas y me dijo ahora solo tienes que tener buenas posturas al sentarse. al dormir, al coger las cosas, en la mesa de trabajo, etc. y hacer ejercicios y me recomendó la natación.
Por cierto en cuanto el médico de cabecera me recomendó la natación me apunte a una piscina de invierno y hasta la fecha llevo 3 años y me va estupendamente.
Cuando volví al médico de cabecera y viendo que los tres especialista no daban con la tecla de los dolores me envió al Neurólogo y este en cuanto le explique todos los dolores que tenía y estuvo tocando los distintos puntos de dolor confirmo que tenia FIBROMIALGIA.
Me dieron una carta para el médico de cabecera el cual me dijo: tienes FIBROMIALGIA es una enfermedad crónica de la cual no se conoce mucho los síntomas son, cansancio, dolores, nerviosismo, mareos, ansiedad, depresión, etc. y me recetó analgésicos, relajantes y antidepresivos y por supuesto que no dejase la natación puesto que era la forma más fácil de hacer ejercicio para este tipo de enfermedad. y lo mas importante era saber que lo que tenía era una enfermedad benigna y que me afectaba mi forma de ser, de llevar mi vida, las posturas que adoptaba, el frió, la humedad y solo yo podría mejorar puesto que una vez que la tienes no se va.
Saludos a quien me lea y ánimo, entre todos saldremos adelante.
Me veo reflejada en tu historias, pero además te diré que yo tengo diagnosticada la fibro, más del 100% hace más de 10-12años,trabajando en un centro comercial hace 34 años, una familia de 2 hijos y marido, y te diré… Hay días que no puedo mover un dedo, me siento triste, abatida, cansada, no duermo más de 4 ó 5h,de mal humor y además intentando que mi familia no lo note, hay veces que pienso que no sirvo para nada, es decir que en vez de ayudar, doy trabajo eso me hace sentirme peor…… Y sabes lo que hago…. De tripas corazón, esperando que alguien me entienda…. En fin, que te voy a contar!! Ánimo y ayudarnos un@s a otr@s
Hola Loreto.
Sé cómo te sientes, porque yo me sentía antes igual que tú, trabajaba en un centro comercial de administrativa durante 30 años, pero llego la polivalencia, y me negaba hacer cosas que la Fibromialgia me impedía o empeoraba, hasta que de tanto escuchar que no contaba conmigo para nada, y no valoraban mi trabajo administrativo, pedí la cuenta, y me fui.
Tanto mi medica de cabecera, con el sicólogo de Afibrose, donde soy socia, como el de la mutua, cuando estuve muy mal y me dieron de baja y yo pensaba que no volvería a hacer muchas cosas que ahora hago, me dijeron que tenía que dejar de tirar del carro, y que otros lo hicieran como lo hice yo cuando podía, y lo más importante no sentirme mal y no esperar que lo hagan por si solos, ni que te agradezcan lo que has hecho hasta ahora, aunque si te pidan que les agradezca lo ellos están haciendo ahora.
Hable con mi marido y mi hijo mayor, y le dije que no podía llevar el trabajo, la casa y el pequeño y que tendrían que hacerlo ellos como yo había estado haciéndolo hasta ahora, me dijeron que no podían que no tenía tiempo, uno porque estaba en la facultad y mi marido trabaja como yo 40 h semanales en una oficina.
Así que les dije, tendremos que pagarlo, y así fue contratamos a una mujer para hacer todas las cosas de la casa, hasta que mi marido pensó que era tirar el dinero, y desde entonces el se encarga de la casa al completo con jardines y todos, y de la plancha, y yo solo de la comida y la lavadora, y ya me cuesta lo mío, algunos días más que otros.
Gracias a decir NO, a muchas cosas, a buscar mi sitio de felicidad, tranquilidad, etc., y no hacer esfuerzos, estoy mucho mejo, la alimentación y medicamentos son muy importantes de controlar, como la Silvastatina, que da calambres y dolores musculares, y no te lo dicen los médicos aunque te den brotes y pidas acupuntura como me paso a mí, fue dejarla y ya no me dan brotes, hasta hoy.
Tu tienes que poner los limites, en tu vida, y no sentirte mal, buscar la paz y la armonía dentro de ti, no es fácil y cuesta bastante, y hace que el corazón se endurezca, pero es tu salud o los demás.
Pero cuando estuve muy mal, a pesar de los dolores, estuve 2 años en yoga, donde aprendí a relajarme y sentirme bien, y 10 años en natación, las cuales me ayudaron bastante.
Por muy poco que puedas hacer, no dejes de hacer, natación relajada, yoga, o algún ejercicio a tu ritmo en maquinas, como hago yo ahora en el parque, que son gratis.
Espero que esto te ayude a entender la Fibromialgia, y saber llevarla lo mejor posible, y no esperes que te entiendan, o se ofrezca a hacer las cosas, mientras las haces tú, piensan que puedes y si no que no lo hagas.
Se feliz y disfruta de tu tiempo y serenidad y haz lo que te guste, que nunca es tarde para rectificar. Besos y abrazos de Fibromialgia.
Me siento tan identificada…también me acaban de diagnosticar en abril con 43 años. Casada y dos hijos. Trabajadora incansable hasta que empecé a encontrarme tan mal. Llevaba años padeciendo la mayoría de los síntomas y nadie tuvo la brillante idea de remitirme a un reumatólogo hasta abril. La diferencia entre antes y ahora es que todos lo que me ocurría tenía un nombre, bueno u el empeoramiento. Estoy muy agradecida a mi marido y mis hijos por su paciencia y apoyo. Fuera de este círculo, o no te comprenden o te ven como un bicho raro no sabiendo ni cómo hablarte.
Mi estado actual es adaptación y asumir que me encontraré en muchas ocasiones limitada en mi vida cotidiana.