Vacaciones en Urb. El Rincón Punta Umbria

Vacaciones en Urb. El Rincón Punta Umbria

Este año quería probar ir de Vacaciones, a una parcela, donde pudiese ir con mis perras, y disfrutar con ellas, un poco de playa, de relax, paseos, comer y siesta.

Estuve buscando por la zona de Punta Umbría, para poder ir a la Playa El Espigón, que tiene este año 2 salidas, de las 6 que tiene donde permiten perros.

Encontré una parcela donde permitían mascotas, en la Urbanización el Rincón, situada en la Calle Campanillas nº 115 en Punta Umbría.

Es una parcela, dividida en dos, una donde vive la dueña Linda, la cual es muy simpática, agradable y cortes, pendiente de nosotros en todo momento.

La casa, es de madera, realizada por su marido. Es muy amplia y acogedora, el primer día, de estar cerrada, y ser de madera, hacia bastante calor, pero luego ya le cogimos el tranquillo, y durante el día dejábamos las ventanas abiertas, y como daba a todos los lados de la casa, corría bastante fresquito, además como tenía 3 ventiladores y 2 aires acondicionado portátil, estábamos  bien.

La piscina de adultos, era compartida con la dueña, la cual nunca coincidía con nosotros. Para las perras, nos puso en nuestra parcela, una piscina mediana, inflada y llena de agua, donde bañábamos a las perras, para quitarles, la sal y arena de la playa. Luego se secaban mientras nosotros nos dábamos un baño en la piscina antes de almorzar.

Por las mañanas nos levantamos temprano, desayunábamos, y nos íbamos a la playa El Espigón, pasábamos allí un ratito, con las perras, y luego nos íbamos como dije antes, a la piscina, almorzábamos algo preparado del Mercadona, y dormíamos la siesta fresquitos.

Por las tardes, nos íbamos al El Portil, que estaba muy cerca, y dábamos un paseo mi marido y yo, con las perras, y mirando donde podríamos cenar un par de noches, ya que el fin de semana, venia mi hijo Sergio y así cenar con él fuera, porque nosotros, volvíamos del paseo y cenábamos en la casa, yogur y fruta.

Así pasamos la semana, hasta que llego mi hijo el Viernes, por la tarde temprano, y nos fuimos a dar el paseo y luego cenamos juntos.

El sábado, hicimos como los demás días, pero esta vez con Sergio también, y por la tarde volvíamos a salir a pasear y cenar fuera, el Domingo desayunamos recogimos las cosas, y salimos de vuelta para Montequinto, después de pasar una semana, muy tranquila y relajada en familia.

El contacto para la reserva era con Nadia, la hija de la dueña, la cual vive y trabaja en Londres. Manteníamos contacto por WhatsApp, y la verdad que fue muy eficiente y cortes, para todas, nuestras preguntas y dudas.

La parcela era muy tranquila, donde se podía escuchar, el gallo y los pájaros por la mañana, y algún que otro perro ladrar, de otras parcelas, todo no puede ser perfecto.

La casa es muy amplia, está en alto, tras subir varios escalones de madera, y un porche delante y parte izquierda, este con una mesa, con silla, barbacoa, y parasol, además por las tarde corre bastante fresquito en esa zona.

Tiene un recibidor bastante amplio, dando todas las puertas al mismo, situando a la izquierda, el salón, y un dormitorio con dos camas, ropero, mesillas y cómoda. A la derecha el comedor y la cocina, bastante amplia, donde echaba de menos, una mesa, como tengo en mi casa, para no tener que ir a desayunar, almorzar y cenar, al comedor. De frente estaba la otra habitación con una cama de matrimonio, ropero, mesillas, y cómoda. Pegado a este estaba el baño, muy amplio, con bañera grande, y plato ducha.

Al llegar teníamos una cesta de bien venida, con cruasanes y un paquete y una bolsa de cereales, muy típico de los ingleses. Los cuales nos encanto.

Nos dejaron el frigorífico, con productos para desayunar, ya que decían que corría a cargo de ellos, donde teníamos, 2 tipos de panes congelados, mantequilla, leche entera y semi, mermelada y miel, fiabre en loncha y queso, zumos y dos botellas de agua mineral. Todo un detalle.

Os dejo una galería de fotos de la casa, playa y nuestra. Para que podáis valorar mejor.

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