El príncipe azul se convirtió en rana

El príncipe azul se convirtió en rana

Un día conocí una muchacha en dónde trabajaba, parecía una muñequita, no era muy alta, pero siempre iba con zapatos de tacón alto, ella solía decir – antes muerta que sencilla-

Siempre cuidaba su figura, la cual era muy bonita y proporcional, su pelo largo bien cuidado y tratado, se preocupaba mucho de su aspecto, y eso no era un sacrificio para ella, pues disfrutaba con ello y era feliz.

Yendo con el uniforme de trabajo, iba siempre muy bien, y cuando se vestía para fiesta y bodas, ya era insuperable. Sin decir cuando se vestía de flamenca, que parecía una muñeca. Se pusiese cualquier cosa, iba estupenda.

A mí me gustaba su forma de vestir, y llevar la vida.

Hasta que un día me enteré que el novio que hacía que mantenían unos 9 años de relación, corto con él, cuando se dio cuenta, que no era su tipo y no le hacía feliz. Pues ella seguía creyendo en el príncipe azul.

No recuerdo bien, pero creo que tenía un hermano más, y ella era el ojito derecho de su padre, su princesa. Ella temía llegar a ser como su madre, bajita y gordita, por eso se sacrificaba tanto por mantener el tipo.

Un día hablando de mis hijos varones y tenían siempre el cuarto desordenado, la ropa sucia, la tiraban al suelo, y sacaban ropa para ponérsela y si no les gustaba la dejaban en la cama, y luego en la silla, hasta parar en el bombo de la ropa para lavarlo.

Ella me conto, que su madre se quejaba de lo mismo que, a pesar de ser mujer, era igual o peor de desordenada, y que su madre harta, no entraba en su cuarto para no sufrir.

Ella los fines de semanas, solía trabajar, en bares de copas, allí conoció a su príncipe azul. Guapo, simpático, sonriente, dulce, espontaneo, y lo mejor de todo, vivía solo en una casa, y se manejaba muy bien, en la cocina, y restos de limpieza, ropa, etc.

Así fue como empezaron a salir, y se dio cuenta, lo que había sufrido con su anterior novio, machista, y vividor.

Con este nuevo novio, todo era perfecto, disfrutaban de sus salidas, viajes, fiestas, y cuando salían de noche a tomar copas. Eran la pareja perfecta.

Solía salir con una amiga, que era como ella, se lo pasaban muy bien juntas, y cuando salían con sus respectivas parejas congeniaban también.

Le pidió que se fuera a vivir con él, y ella no se lo pensó dos veces y dicho y hecho.

Todo era perfecto, el realizaba su trabajo de diseñador de interiores, como tiendas, bares, discotecas, etc. Y ella el suyo de coordinadora de un departamento.

La convivencia de novio, fue estupenda, los dos compartían la demanda de la casa, comidas, etc. Salían con los amigos de copas, y lo mejor según decía ella, era la espontaneidad de él, cuando a media noche, le hacia el amor.

Ella no sabía cocinar y empezó a pedir recetas a todo el mundo, incluida a mi que era la más veterana. Poco a poco aprendió a cocinar y a llevar su casa.

Se llevaron muy poco tiempo de novio, y se casaron por la iglesia, fue una boda muy bonita y emotiva, todo era perfecto, los novios, la ceremonia, yo creo que todos lloramos con la presentación que hicieron al principio en un video, y su baile y ofrenda de flores a las madres. Comentábamos que era la pareja perfecta.

Ella se quedo embarazada, y tuvo un niño precioso. A partir de ese momento más o menos. Su relación fue cambiando, más tensa, menos fluida, ella se hacia cargo del niño a todas horas, sino trabajaba. El cuándo no trabajaba y ella sí, se iba a casa de sus padres, para que se hicieran cargo del niño, mientras el salía o descansaba. Tenían forma distinta de llevar el matrimonio, la casa y el hijo.

Se veían con amigos fuera o en casa, para cenar, trabajase ella del turno que fuese.

Cuando ella llegaba cansada del turno de tarde, se encontraba a él sentado, esperando para hacer la cena y si tenia visitas, hasta altas horas, estuviese ella cansada o no.

Al final ella a pesar de ser como mis hijos, y tener su cuarto desordenado, tomo las riendas de la casa, y empezó a mandar y ordenar, como hacer las cosas, donde dejarlas y quejarse de todo los que su pareja hacia normalmente y ahora le fastidiaba, al llegar cansada y tener que hacerse cargo de todo.

Poco a poco él se fue distanciando, y la pareja feliz y perfecta, se estaba desmoronando.

Un día él le dijo que se iba de casa, que no la quería.

Así fue, pero al poco tiempo hablaron y ella, reconoció, que lo había dejado delado, con el trabajo, el niño y la casa, y volvieron a estar otra vez junto, de vez en cuando dejaban el niño con los abuelos, y se iba como al principio los dos solo o con amigos, de copas y fiestas por la noche.

Así estuvieron un tiempo, pero la cosa no terminaba de cuajar, y el marido volvió a irse de casa, y según mis noticias, sigue sola, con su hijo, porque muchas veces, más vale sola que mal acompañada. Por supuesto como muchos él se fue con sus padres.

Ella se debe dar cuenta, que no puede pasar de ser una princesa, a ser una mujer que quiera hacer cambiar a su pareja, y que haga lo que ella quiere. No es lo mismo compartir o repartir las tareas, que ordenar, como si lo suyo fuese lo mejor.

 No a todos los hombres le gusta, compartir la pareja con un hijo, sintiéndose celoso.

Esto es como vi yo desde fuera, está situación, la realidad, puede ser mejor o peor del resumen que yo he hecho.

Moraleja.

Espero que algún día encuentre un hombre real, y no un príncipe azul que luego se le convierta en rana.

Autor Capry

2 comentarios en “El príncipe azul se convirtió en rana

  1. Buenos días !!!! Me he quedado impresionada con este cuento ,no me podía imaginar q te acordarás de tantas cosas de mi vida y de tantas cositas q hablábamos en ese despacho ,cuando lo estaba leyendo , parecía q estábamos allí las dos .
    Mil gracias cariño mío ,me ha encantado y no lo has podido expresar mejor .

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